Si pusieras en Waze tu destino ¿Hacia dónde te diriges? ¿Te has puesto a pensar cómo es el futuro que quieres? ¿Sabes qué hacer, cuándo, cómo hacerlo? La belleza del futuro, es que lo creamos en el presente, con cada decisión que tomamos o que dejamos de tomar todos los días; así que mientras más clara tengas la foto de a dónde quieres llegar, en qué tiempos y para qué, será más fácil definir cuáles son los pasos que seguirás para lograrlo, planear nos da claridad para diseñar la vida que queremos.

Es muy común sentirnos estresados o ansiosos cuando tenemos que planear, porque sabemos que las metas requieren atención y energía. A lo mejor piensas que debes esforzarte, que no hay avance sin sacrificio o que la meta es tan ambiciosa que seguramente no vas a poder cumplirla. Esto que estás pensando se origina en nuestro sistema de creencias.

Las creencias son las verdades sobre las que hemos construido nuestras vidas. Son las hipótesis que salimos a comprobar en el mundo. Por ejemplo, si tú crees que una materia es muy difícil porque es lo que te han contado tus amigos, seguramente te va a costar trabajo porque eso es lo que crees. 

Cuando por algún resultado negativo en alguna ocasión en específico alguien te dijo: “Tú no eres bueno para las matemáticas” vas a creer que no eres bueno para las matemáticas, con mayor profundidad si te lo dijo una figura de autoridad como tus padres o profesores. En estos casos, es probable que lo creas y lo hagas ley, a partir de ahí vas enfrentando las matemáticas buscando comprobar en cada examen que en efecto: tú no naciste para entender los números, y reduces tus oportunidades de probar que en realidad sí eres bueno, porque te da miedo explorarlo. 

Puede ser que tú ames las artes, que tengas la sensibilidad de apreciarlas y que quieras estudiar música pero que hayas escuchado o alguien te haya dicho que los músicos se mueren de hambre y entonces descartes sin más, la idea de inscribirte en el Conservatorio.

Las creencias pueden limitarnos a lograr el futuro que deseamos. Revisar nuestras creencias y cuestionarlas es un ejercicio muy recomendable para abrir posibilidades porque cuando te das cuenta de que tienes el poder de decidir qué creer respecto a cualquier tema, el mundo cambia, si tu percepción es diferente, los resultados serán diferentes si tú como observador cambias la perspectiva, invariablemente lo que ves, también cambia. 

En What the future sabemos que tienes el potencial de lograr lo que te propongas. Por eso, te acompañamos a cuestionar tus creencias y a deshacer las que ya no te funcionan más, para remover las barreras que te están limitando a conquistar tu futuro deseado.